Que sea verano, que los pajarillos canten, que el olor a espeto te deje al borde del paraíso y que un remojón en la piscina ponga tus ojos en blanco no son pasaporte para que tu buen humor se pueda mantener las 24 horas. Hay ocasiones, en el que un improvisto, una preocupación, una inquietud o un malestar repetido puede torpedear tu búsqueda de la felicidad con un estado de ánimo bajito, que te hace desaprovechar esos ratitos al sol como bien te has ganado. Para evitar que el agujero negro se haga cada vez más grande, que tus comeduras de tarro se hagan insoportables y tu estabilidad emocional solo pueda tratarla un profesional te proponemos unos suplementos que pueden echarte un cable si los síntomas son, todavía, leves.
- Aceite de pescado: Seguro que has oído hablar de él, pero aún no has caído en sus redes. Es bueno para la depresión leve gracias a los ácidos grasos EPA y al DHA que te permitirán suavizar a esa sensación de desasosiego. ¿La cantidad? Un 60% de EPA y un 40% de DHA.
- Sam-E: Si por tener el colesterol alto y tu presión arterial por las nuves, un chute de este complemento puede aumentar tu energía, pues desde mediados de los 70 se ha convertido en un arma absoluta que en algunos países se viene usando como antidepresivo. No e recomendable tomar más de 800mg. dos veces al día.
- L-teanina: ¿Te estás preparando algún examen, tienes una reunión importante ante de irte de vacaciones o la vuelta al curso, en septiembre, te tiene ansioso perdido? Este componente reordena lo que tiene que reordenar y te ayuda a recuperar la atención y el tiempo de reacción ante situaciones estresantes. Solo necesitas 200mg y en una hora te sentirás más tranquilo que el agua de un lago.
- Ashwagandha: ¿El estrés no te deja ni dormir? Tomar un máximo de 300 mg., dos veces al día, durante al menos seis semanas es más que suficiente para que vuelvas a encontrar la tranquilidad tanto de día como de noche. ¿Has padecido una enfermedad hormonal? Ni se te ocurra probarlo.
¡MUCHO ÁNIMO!
P.D. NO abuses.