Pasta, pasta, pasta y demás placeres a la italiano. Hay ocasiones que la llamada del hidrato nos llama muy fuerte, y no podemos por más que escucharla y atender lo que nos pide. Una sabrosa excusa para dejarnos caer por Fratelli Figurato para conocer, de primera mano, por qué el fatto a Napoli debería catalogarse como pecado.

Los hermanos Riccardo y Vittorio Figurato (y el tío Constantino) comparten con el comensal sus vivencias en Caserta, a 40 kilómetros de Nápoles, y a nosotros nos obligan a no dejar de pensar en pastas, pizzas, vinos y postres de la tierra de Sophia Loren. De este modo, Fratelli Figurato se hace hueco como una de las pizzerías a tener en cuenta en Madrid, en un barrio que ya muchos consideran como el Little Italy cañí: Chamberí.

Un restaurante auténtico donde el olor ya nos inunda al cruzar el umbral de la puerta y donde todo nos apetece. Un Fratelli Figurato de pastas que te llenan la boca con su gran cremosidad y unas pizzas de bordes crujientes y masa fermentada un mínimo de 36 horas.

Pizzas que han conseguido atraer a toda una parroquia de comensales que repiten hasta que no poder más, pues saben disfrutar de un negocio como Fratelli Figurato, que es ya una gran familia. Una propuesta sin más filtro que el cristal que nos separa de nuestro próximo Spritz, y donde los hermanos Figurato si no saben algo, se lo preguntan al consejo de chefs que les asesora.

¿Qué hay que pedirse? Pues contando con dejar espacio para el tiramisú della mamma y los cannoli sicilianos, no deberías dejar de pedir su ensalada de otoño (con espinacas, calabaza, burrata, nueces y salsa de miel y mostaza), las albóndigas con verduras a la napolitana, los spaghetti a la carbonara (con guanciale, nada de bacon) o pizzas como la O’ Marenariell (salsa de tomate, pomodorini cherry confit, anchoas, ajo, orégano selvático de Calabria, aceite de oliva virgen extra Guglielmi Biologico y albahaca), la Bufalina (con salsa de tomate, lonchas de mozzarella de búfala DOP de Caserta, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra Guglielmi Biologico y albahaca), la Puttanesca d’estate (con salsa de pomodorini “datterini” amarillos de Sicilia, anchoas del Cantábrico, ajo, aceitunas negras, alcaparras, mozzarella, pomodorini cherry confit, aceite de oliva virgen extra Guglielmi Biologico y perejil) o la terriblemente buena Diavola de León (con salsa de tomate, mozzarella, aceitunas negras, chorizo de León, láminas de Parmigiano Reggiano, aceite de oliva virgen extra Guglielmi Biologico y albahaca). ¿Nápoles en Madrid? ¡Sí, se puede!

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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