Dicen algunos que no se es feliz absolutamente, que no hay nadie que sea feliz desde que se levanta hasta que se acuesta y así todos los días de la semana. La felicidad, siguen diciendo, es un estadio puntual que puede resultar de una buena noticia, un increíble momento, algo bueno e inesperado que nos llega o una compañía de esas extraordinarias que hacen nuestro día pero nada más. Solo se es feliz con carácter pop-up, efímero. Puede ser, tampoco les vamos a llevar la contrario pero estamos seguros que en Finlandia no piensan lo mismo. ¿Por qué? La respuesta más abajo.
Mientras que tú (y otros tanto como tú) seguís creyendo que la felicidad es una emoción que va y viene del mismo modo que pueden ser vistos los ojos del Guadiana, la ONU ha decidido contrariarte oficialmente para que tengas un nuevo tema del que hablar en la próxima sobremesa. Y es que acaba de publicar su Informe Anual de la Felicidad (realizado por la Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible), situando a Finlandia como el país donde más felices son, seguido por Dinamarca y Noruega. Parece que todo queda en casa.
El país que vió nacer al compositor Jean Sibelius y a los cineastas Mika y Aki Kaurismäki; nos heredaron el fervor por las saunas y las piscinas a muy baja temperatura y al aire libre; ha dado de comer más Korvapuustis (rollos con canela), estofados de reno y caldos de salmón que ningún territorio en el mundo y nos ha regalado paisajes de coníferas y hielo de lo más precioso y seductor vuelve a ocupar el primer puesto por segundo año consecutivo gracias a una serie de encuestas que durante tres años se han ido realizando teniendo en cuenta varios datos.
Así, tomando como referencia los años de esperanza de vida, el PIB, las ayudas sociales y la integración de los inmigrante, la generosidad social, la salud, la libertad o la mayor o menor corrupción percibida tanto en el gobierno como en las múltiples empresas que ofrecen sus servicios en Finlandia se ha determinado por unanimidad que la gente más feliz es la finesa o aquellos que sin ser ciudadanos nacidos allí, viven entre fineses.
Un punto a su favor a la hora de decidir nuevo destino para nuestras próximas vacaciones y más sabiendo que España está en el puesto número 30 (hemos mejorado 6 puntos en relación al año pasado) por debajo de otros como Chile, Francia, México, Estados Unidos, Alemania o Reino Unido. Una oportunidad de recargar energías de las buenas sin necesidad de proceder a la inoculación de serotonina en vena, simplemente pasando un finde (no está tan lejos) empapándonos de felicidad por los cuatro costados y de buenos sentimientos mientras sudamos todo lo malo en cualquiera de sus saunas o en la pista de baile del DTM, el club gay más conocido y transitado Helsinki y en el que más de uno encuentra la sonrisa perdida.