Lady Gaga cancela, temporalmente, su gira europea que comenzaba hoy jueves en Barcelona. Muerte y destrucción la de los fieles monsters (como se hacen llamar sus seguidores) que han sentido como un jarro de agua fría les ha empapado hasta el alma, dejándoles desolados y esperando ya a las puertas del Palau Sant Jordi. Pero esta noticia no es simplemente una decisión de artista caprichosa que por haberse dejado llevar por el alcohol y los misterios circundantes (entiéndanse así otro tipo de vicios) se ha visto obligada a hacer un parón (que no borrón) en el camino para volver en sí. La causa es más grave, hablamos de fibromialgia.
Enfermedad que se caracteriza por un dolor muscular crónico, de origen desconocido, acompañado de sensación de fatiga y otros síntomas, la fibromialgia es para muchas personas una tortura que va a más si no se tienen los cuidados pertinentes.
Con Lady Gaga a la cabeza (por ser la última en confirmarlo), son muchas las mujeres que han tenido que lidiar con este mal para el que la cura es complicada pero que no tiene por qué ser mortal. Sinead O’Connor y Cher también la sufren. En nuestro país, la abanderada parece tener nombre de personaje del corazón y es que la mujer de Jesulín de Ubrique, la Campanario, también la sufre. Un común denominador que las une en el dolor y en su lucha por dar visibilidad a una enfermedad con la que viven más de 6 millones de afectados aunque algunos no lo sepan.
Una enfermedad que desde siempre se ha relacionado más con las mujeres, debido a que casi el 90% de quienes la padecen son féminas, a causa de traumatismos físicos o emocionales, infecciones o simplemente genética. Pero, ¿los hombres también son proclives a sufrirla?
Sí, también. Solo hay que ver casos como el de Charles Darwin o, más actual, Morgan Freeman que son claros exponentes de que el hombre también puede tener fibromialgia aunque con una probabilidad menor. El problema viene dado por la dificultad de los reumatólogos de interpretar en los hombres esos síntomas de cansancio, rigidez musculo-esquelética, dificultad para dormir, hormigueo o migrañas como enfermedad crónica, dado que presentamos un umbral del dolor mucho más amplio.
Una conciencia sobre la fibromialgia masculina que está cambiando, dado que el 10% de casos que existen están saliendo a la luz a través de plataformas y foros en los que hombres de todo el mundo comparten sus vivencias y solicitan ayuda, conformándose un círculo de empatía reconfortante en los peores momentos. Porque la empatía no es la cura pero si el primer paso.