¿Te imaginas poder amar a quien quieras sin que por ello te abran la cabeza, te hagan sentir de segunda o te encierren en un campo de concentración 2.0? ¿Te imaginas si todas las orientaciones sexuales tuvieran el mismo amparo de la ley? ¿Te imaginas que no usan tu orientación sexual como insulto y que se eliminan años de falsa tolerancia en la que todos aceptan todo pero que no les toque un hijo/hija así? ¿Te imaginas que con la misma libertad que vives tus amores, también los vivan otros que sienten diferente? ¿Te imaginas que no existe un Día Internacional del Orgullo LGTBI+ porque no hace falta al no importar a nadie donde metes la…, te la dejas meter y demás disposiciones? Ser gay, bisexual, transexual o lo que tú seas no es voluntario. El odio sí
Pues tal día como hoy, en el club Stonewall del neoyorquino Greenwich Village, se produjo una redada policial en la que los allí presentes le plantaron cara a las fuerzas de seguridad. Les perseguían con el beneplácito del gobierno de Nixon y se hartaron de tanta hostilidad. Según las leyes de la época eran criminales y los electrochoques, la castración o las lobotomías eran algunas de las herramientas que las instituciones mentales tenían para curarlos. ¿Curar qué?
