¡Qué duda cabe de que Simon Porte Jacquemus es (junto a Virgil Abloh) el hombre de la temporada! Diseñador de su propia marca, Jacquemus, y niño bonito de vacas sagradas como Karl Lagerfeld o Delphine Arnault, de la que recibió hace 3 años el premio LVMH especial del jurado como joven nuevo diseñador, su carrera no ha hecho más que despegar. A su éxito con su pasada colección este otoño en París, su gran actividad en redes sociales y una sonrisa que deja embobados (todo suma), añade ahora la gran noticia de que lo próximo será una colección para hombre. Porque no todo van a ser bonitos vestidos y accesorios para ellos. ¿Qué podemos esperar?
«New Job: L’Homme Jacquemus». De esta sencilla manera y a modo de sugerente #hashtag, Jacquemus confirmaba en el Petit Palais de París (entre invitados como Christian Lacroix o Casey Spooner) lo que era ya un (posible) secreto a voces. Las mujeres vibraban con las creaciones de este diseñador de 28 años y los hombres se morían por vestir de él. Ahora, parece que la realidad es absoluta y a partir de junio sabremos lo que tiene que decir en materia masculina.
Una colección inspirada por amor, dado que no fue hasta que Simon se enamoró cuando empezó a soñar con un hombre Jacquemus que (al igual que su madre con la ropa para mujer) sintiera el mismo deseo de vestir sus prendas. Piezas que quizá sigan el orden cronológico habitual en este firma que en 7 años ha logrado construir un pequeño gran negocio de 5 millones de euros en beneficios, que empezó como algo naif para desarrollar su lado más sofisticado.
Una nueva aventura que ya tiene a su primer hombre en mente (el jugador de rugby francés Yoann Maestri) y que irá pareja a su crecimiento personal como diseñador de mujer que ahora también viste al hombre más interesado por la moda, a ese insider que ya se encargará de popularizar los básicos (y no tan básicos) de este chico con grandes sueños e ilusiones que sabe que la mujer es su fuerte pero que el hombre es el futuro del negocio.
Prendas diseñadas para ser llevadas por todo tipo de personas, sin excepción, que mantengan ese carácter asequible tanto en diseño como en precio, un lujo democrático con inspiración almodovariana (le encanta Pedro) con el que sus más de 450.000 followers Instagram y millones en la vida real ya se frotan las manos mientras ahorran para hacerse con un pellizco, un total look de este guapo de la aguja y el dedal que, estén atentos, dará que hablar.