La nueva normalidad nos ha hecho que nos aferremos a cualquier cosa que tire de nosotros y que nos haga olvidar que la mascarilla va a ser nuestra mejor amiga durante más tiempo del que querríamos. Hay algunos que hasta no paran de rezar (broma), por ello hemos pensado que ya que nos damos a esos momentos de reflexión en los que circunspectos hablamos con el más allá que cada uno tenga, te proponemos que te vayas encomendando a San Francisco de Asís. Razones no te van a sobrar para hacerlo.
Y es que si pensabas que la religión era aburrida y estaba en horas bajas eso es porque José Luis Moreno (sí, lo que lees) aún no se la había llevado a su terreno. El artista y productor español (entre tantas y tantas otras cosas) se embarca en la serie ‘Resplandor y tinieblas’ (Glow and Darkness), con tres temporadas previstas, y centrada en la vida de San Francisco de Asís, al que dará vida el buenorro de Dominic Andersen, al que muchos os sonará por su papel en The Crown o Cats, Mamma Mia! Y The Rocky Horror Picture Show, en teatro musical.
Un milagro que a muchos habrá dejado sin respiración y que a otros tantos dejará sin habla por el camino dada sus portentosas dotes físicas que no sabemos de qué manera casarán con los amplios hábitos del franciscano. Un morbo añadido para una serie que contará con 6 millones de euros, por capítulo, de presupuesto y que se rodará en España.
Pero ahí no queda todo porque al británico (curtido en el Arts Education Drama School de Londres) le acompañarán un plantel de estrellas con las que tu vena más ‘kitsch’ se verá agasajada porque, DEARs, nada más y nada menos que Joan Collins, Jane Seymour (sí, la Doctora Quinn), Denise Richards, Bruce Davison, Luke Cosgrove y Fernando Gil, de momento, se han subido al carromato que Moreno también dirigirá.
Una serie que aún pendiente de plataforma de distribución será producida por Dreamlight International Production, guionizada por Moreno y Alejandro Guillermo Roemmer y fotografiada por José Luis Alcaine (ganador de 5 premios Goya) y que nos hará no parar de encomendarnos a este San Francisco de Asís que subirá toda nuestra temperatura y nos hará volver a creer en los milagros. ¡Qué alegría! ¡Aleluya!
