Pues eso parece, si tenemos en cuenta la opinión de la revista People que desde mediados de los 80 lleva otorgando ese preciado nombramiento al hombre vivo con mayor sex appeal del planeta y del año en cuestión.
Ni músculos de acero, ni unas hechuras que nos desarmen nada más verlo o una voz que susurrándote al oído despierte tus instintos más animales. El hombre vivo más sexy del mundo no es otro que Paul Rudd, un guaperillas de lo más normalito que allá por los 90 se coló en alguno de los títulos más aplaudidos por la generación Millennial, como Clueless o Romeo + Julieta, y que poco a poco se ha ido ganando el corazoncito de todos gracias a una simpatía y una personalidad de lo más cómica que como para resistirse a ella.
Unas cualidades que junto a “su sonrisa fácil y a sus ojos verdes” le han hecho ganar batir a todos sus adversarios y ganarse el título que le acompañará hasta el año que viene. Un reinado en el que como él asegura seguirá aprovechando para estar con su familia cuando no esté trabajando, porque eso es lo que le gusta, ya que no le interesa la fama, sino ser feliz con lo suyos y darles a sus hijos la educación y todo el cariño que se merecen.
Un esposo (lleva casado 18 años) y padre de familia (tiene dos hijos) amantísimo y de lo más humilde cuya naturalidad y buen hacer también han saltado al set de rodaje Marvel donde sigue interpretando con mucho éxito y gozando del cariño de todos por su papel de Scott Lang/Ant-Man mientras dan fe del cuerpito que gasta el bueno de Paul ( de 52 años) que ojalá se convirtiera en nuestro daddy. ¡Uffff, Samur!