Era una de las participaciones más esperadas y la verdad es que no ha defraudado. Luca Magliano triunfa en Pitti Uomo, y nos deja con ganas de más.
Desde su anuncio, corrieron ríos de tinta (el papel sigue molando, ¿vale?) y tras su paso por la presente edición de Pitti Uomo en Florencia, Magliano lo ha vuelto a conseguir. Una vuelta tras 5 años desde que se bautizara en la feria de la moda italiana referencia, un regreso marcado por la democratización de la ropa masculina a través de unas líneas sin género, irónicas y de lo más revolucionarias en unos tiempos donde la moda necesita seguir riéndose de ella misma y dejarse de tanto filtro.
Y así, es como Magliano vuelve a subirse a la pasarela para presentar su otoño/invierno 2024, una puesta en escena impecable de su sentir más revolucionario, que ha ido evolucionando a la par del estilo trangresor del boloñés.
Un show en el Foro Nelson Mandela que nos recordaba al desfile Donna Sotto Le Stelle de 1997 de Versace (en un claro guiño queer), y que al ritmo de una retahíla de looks de lo más populares, escenificaban hasta el detalle esa idea de Magliano de lo que es la moda y de lo que cada uno de nosotros tiene que decir sobre este mundo que, en ocasiones, se nos vende de lo más clasista y superior.
De ahí, la representación del «armario del populacho» elevado a la pasarela, en un claro alarde democrático que confiere una mayor presencia a la ropa que tanto tú como nosotros podemos tener en en casa y que nos echamos encima un día de esos que mezclamos estilos con tal de abrigarnos y pa’ la calle.
Una mescolanza de tendencias que funcionan en un mismo look, una decidida apuesta por el layering como común denominador. Pantalones anchos, partes de arriba de lo más holgadas, siluetas fluidas y sin ajustarse al cuerpo, fruncidos y hombros bien marcados y una estética edgy, naif e inclusiva como pocas y apta para todo momento y situación, desde una fiesta de lo más top a una bajada rápida al Mercadona a por una bolsa de pan de molde y pavo. La moda es, como vemos con Magliano, lo que tú quieras que sea, pero con algo de ojo para combinar y ese toquecito que hará que tu naturalidad marque la diferencia. ¡Grande, Magliano!