Pues simple y llanamente porque les funciona muy bien. Warhol (Warhola en su origen) mola, Warhol es puro arte pop y en un momento en el que queremos apostar todas nuestras cartas la fantasía, el color y el buen rollo, no hay artista que mejor se encargue de llenar esos momentos de melancolía, hastío o rutina más cuesta arriba. Un pionero en la cultura más mainstream, un icono transformado en el estampado más tendencia que te puedes echar a la espalda y al que Eastpak sabe sacar el mayor partido.
Nada más y nada menos que la cuarta colección con el talentoso de Pittsburgh, inspirada en su prolífica trayectoria, y que para esta ocasión vuelve a sus obras más reconocidas como motivo de una línea completa de equipaje. Una nueva entrega en la que su famosa lata Campbell (1965) recoge el testigo de las bananas y flores de la anterior colección, convirtiéndose en divertidos bolsos al hombro para la presente primavera y próximo verano.
Bolsos a los que acompañan una selección de riñoneras listas y preparadas para dar lo mejor de sí en los próximos festivales por los que te vas a dejar caer o en esas terrazas donde el ver y ser visto toma una perspectiva de lo más pop. Colección que se completa con sus ya míticas Eastpak Padded Pak’r (que tanto usaba y de las que era fan fatal Andy), campbellizadas para la ocasión, encargadas de mostrar a las nuevas generaciones que cuando el diseño es bueno (y el tanto mucho más) se puede conseguir que algo ordinario se convierta en algo extraordinario sin el mayor esfuerzo. Con Warhol no existe prueba y error… siempre ganas. Eastpak… ¿a por la 5ª?