Señores y señores, oficialmente no es verano, pero como si lo fuese. Si no, prueba a leer este artículo al sol. Y nos gusta el calor, nos gusta broncearnos, pero, como siempre, saldrán mil haters de debajo de las piedras diciendo: “yo es que soy más de invierno”. Pues a la montaña, majo, nada de piscinas para ti. Para el resto, os proponemos una lista de piscinas de hotel que os harán sentir tan influencers como el que inventó el término.
Hotel Óscar
Y pensaréis: “Ya estamos otra vez con el Óscar”. Sí, tenéis razón, pero su terraza es el resultado de traer una pequeña porción de Formentera y convertirla en un oasis en el centro de la capital.
Dear Hotel
¿Conocéis aquel dicho que suelen emplear personas de mueca triste? El de: “el tamaño no importa”. Pues este es el perfecto ejemplo de que algo pequeño, bien utilizado, puede ser más placentero que algo grande mal ubicado. Lo del nombre es pura coincidencia con nuestra cabecera.
Hotel Santo Domingo
Un solárium como Dios, Jesucristo y la Santa Virgen María mandan. No es que esté en el centro de Madrid, es que si coges un mapa de la ciudad y una chincheta e intentas acertar en el centro de la capital, probablemente pinches sobre esta piscina.
Gran Vía Capital
Una piscina en la cima de Madrid. Mira a todo el mundo desde arriba, como si gobernases el piscineo madrileño. Puedes llevarte unos prismáticos, en plan voyeur, pero probablemente te echen del hotel.
Emperador Hotel Madrid
En este caso el tamaño si que importa, porque menudo piscinote. Digna del mismísimo Marco Aurelio. Las vistas son una maravilla, pero lo mejor de esta piscina es el morbo que le da el hecho de poder ahogarte en ella. Es grande. Muy grande.
Terraza Gymage
Vale, este es trampa porque no es un hotel, pero sí un gimnasio y todos (absolutamente todos) nosotros sabemos lo que supone ir a la terraza con piscina de un lugar en el que la gente se relaja después de hacer ejercicio.