Cuando a una marca se le acaban las ideas, y siempre y cuando haya tenido su recorrido, no le queda otra que mirar atrás. Eso es lo que acaba de hacer la firma italiana por antonomasia. No lo hace nada mal.

Si hay algo que tiene una firma como la de Domenico Dolce y Stefano Gabbana es que se vende sola. Da igual cómo sea la colección de turno que estén presentando que, al tiempo, la veremos por las calles como básicos hay en nuestro armario. Una suerte tras la que encontramos años de complicado y duro posicionamiento de marca que, en el caso de una firma como la presenta, ha sabido campear casi 40 años dentro de un mundo de la moda cada vez más voraz.

Con todo ello, y con el encanto de saberse una de las referentes de la moda italiana a nivel mundial, Dolce & Gabbana acaba de lanzar su colección primavera-verano 2023 que, al nombre de Re-edition, reedita los clásicos atemporales de una marca por la que no pasan los años. Y es que solo hace falta echar un ojo al periodo comprendido entre los 90 y 2000 para descubrir que aquellas prendas siguen estando de primerísima actualidad.

Una vez más, los modelos se hacen con una campaña para cualquier tipo de público y que sabe rendir un buen homenaje al trabajo de este dúo, sin el que entenderíamos la moda transformadora de los locos 80, los no menos movidos 90 y la euforia propia del cambio de siglo, del denim a las transparencias, pasando por el patchwork, los pantalones cargo, las camisetas con impresiones, los deshilachados y esas camisas absolutamente sofisticas en delicada seda o con románticas lazadas boho.

Una oportunidad de ver a chicos guapos como Yeray Allgayer, Guylian Masson, Lassina Karamoko, Robi Varul, Shin Dongyeon, Rubens, Sol Goss o Alejandro Albaladejo Diaz luciendo los looks más reconocibles de estos italianos a los que aún les queda mucha comba, muchas décadas por seguir vistiendo.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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