Enterarte de que eres positivo en VIH por la prensa no debe ser algo muy bonito, y más cuando llevas toda una vida intentando ocultar tu homosexualidad a ojos públicos. Esto es lo que le pasó al actor Anthony Perkins, una estrella cuyo brillo se fue apagando por los crueles rumores que le acompañaron durante el final de sus días y que le hicieron darse cuenta de que el verdadero amor y empatía provenía no de sus fans sino de aquellos que también estaban enfermos como él.

Pese a que su publicista negó las informaciones que The National Enquirer daba aquella mañana, había algo en Perkins que le decía que muy mal encaminados no iban. Era 1990 y según el tabloide sensacionalista, el actor de Psicosis tenía VIH. Un auténtico bombazo que provenía de la filtración de unos análisis de sangre que el actor se había hecho poco antes al sufrir una parálisis facial que lo situaba en primera línea de tiro para aquellos medios de comunicación que durante tantas décadas habían especulado acerca de su condición sexual y sus amoríos masculinos.

Desde entonces, y hasta su muerte por sida el 12 de septiembre de 1992, huyó de los focos, de los flashes y de todo aquel que pretendiera hacerse con una fotografía que diera cuenta de su deterioro. No así de su familia, la hermanísima de Marisa Berenson (Berry) y sus dos hijos, que le acompañó con devoción y le sirvió de escudo hasta su último aliento, así como de unos amigos con los que compartió, meses antes de morir, que el sida se lo llevaba y que no dudaron en cerrar filas con él.

“Elegí no hacer pública mi enfermedad porque no ganaba nada con eso. Además, los problemas de un viejo actor son insignificantes en este mundo loco en el que vivimos. Aprendí más sobre amor, altruismo y humanidad de la gente que me encontré en esta gran aventura en el mundo del sida que en toda mi vida en ese despiadado y competitivo ambiente en el que transcurrió mi vida. Muchos creen que el sida es un castigo divino. Pienso diferente. Fue enviada para que la gente aprenda sobre cómo amar, comprender y ser compasivo con los demás”, explicaba Perkins en una nota póstuma. Nada más que añadir. Bueno sí, que hoy hubiera celebrado su 90 cumpleaños.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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