Louis Vuitton, en sus inicios en 1854, hacía baúles y accesorios para viajar. Por si a alguien se le olvida. Por eso, no nos sorprende que haya vuelto a las andadas con la leyenda del rugby Dan Carter como excusa.
Tener un ‘Trianon’ de Louis Vuitton podría ser, hoy, todo un sueldo para toda la vida en caso de venderlo. Como, imagino, no te encontrarás en ese selecto grupo, siempre te quedará admirar o hacerte con la última joya de la corona en llegar a la maison Louis Vuitton. Su primer baúl en colaboración con una estrella reconocida coincidiendo con la Copa Mundial de Rugby que hasta el 28 de octubre nos tendrá en vilo.
Una confluencia de astros que han obrado la magia de crear un indispensable del viajero pro, que quiere seguir viajando como lo hacían sus antepasados, con mucha elegancia y ese toque distinción de los grandes iconos. Un deportista como Carter, conocido internacionalmente, que le sirve a la marca francesa para rememorar viejos patrones, diseños exclusivos que hacen las delicias de aquellos que saben valorar la artesanía y las fabricaciones hechas con mimo, a mano.
Una joya hecha a partir de madera de primeras calidades, con cierres y remaches de metal y el icónico Monogram Eclipse, como perfecta cobertura de una pieza hecha a medida, mezclado con el DC10 y 1598, tan presentes en la carrera del exjugador neozelandés.
¿Y en el interior? Una mezcla de microfibra y tela inspirada en la ropa deportiva y muchos recuerdos de toda una vida, como sus tres premios al Jugador de Rugby del Año, las tres medallas de la Copa Mundial de Rugby, dos gorras conmemorativas de los 100 partidos, tres camisetas de las Copas Mundiales de Rugby, un par de sus botas de “retiro” junto con un par usado durante una Copa Mundial, el balón de rugby de Louis Vuitton co-creado con la Maison en 2019, además de su libro “El arte de ganar”, de obligada lectura para los más fanáticos. Nunca el arte de viajar y un deporte como el rugby encontraron mejor confluencia.
A la venta en Louis Vuitton.