“Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”. La frase bien podría haberla dicho James Dean, de hecho se le atribuye pero no, no la dijo él. La realidad es que extraída del guión de la película Knock On Any Door de Nicholas Ray, quedaba muy bonito que hubiera salido de los labios de uno de los ídolos adolescentes por antonomasia pero ya sabemos como es el mundo del espectáculo. Un mundo del espectáculo que hoy despide a otra gran leyenda del business pero musical en este caso, Tim Bergling, para todos, Avicii.
Cuando recibimos la noticia, no podíamos creerlo. Desde 2010 habíamos bailado los temazos de este Dj sueco que revolucionó la electrónica más pop a golpe de sintetizador, números 1 y colaboraciones que ya quisieran muchos. Las fiestas no eran fiestas hasta que no sonaba cualquiera de sus temas. Desde Wake Me Up a Broken Arrows pasando por Waiting For Love, Addicted to You o Levels, los reconocibles ritmos de Avicii se convirtieron en la banda sonora habitual de la década de los 10 de 2000. Y es que si la Electronic Dance Music estaba de moda, él era su mejor abanderado.
Pronto llegaron los grandes éxitos, las aperturas de festivales o discotecas que no querían dejar de contar con él, los millones y millones en la cuenta corriente y, como es normal en estrellas del tipo… los excesos. El alcohol y las interminables giras iban haciendo mella en su salud pero él quería más, no era aún suficiente. De lo que no se daba cuenta es que a esos niveles, las personas débiles lo tienen más complicado. La timidez de Bergling y la presión de mantenerse como estrella sin fecha de caducidad minaban su carrera y mientras contemporáneos como Martin Garrix o el más senior, Aoki, conseguían mantener el listón de años atrás, Avicii no conseguía volver a dar en la diana. Esto unido con el EP que lanzó al mercado en 2017 y que tras su retirada en 2016 volvía a dar de qué hablar (pero no como sus años de pleno apogeo) hicieron que su flow se fuera apagando. Su salud también.
Solo un año le separa de aquel Club de los 27 en el que ya descansan Janis Joplin, Kurt Cobain, Jim Morrison o Jimi Hendrix. Una maldición que se le escapaba dado que su propio éxito ya se estaba encargando de sacudirlo como él solo sabe hacer: abandonándolo a su suerte. Tim, Avicii, gracias por tantas noches de frenetismo musical, ahora te toca seguir haciendo bailar a otros.