Bette Davis, Vivien Leigh, Sophia Loren, Cate Blanchet, Tilda Swinton, Julianne Moore o Olivia Colman la consiguieron antes de ella pero, en su caso, ha sido la primera española en tenerla entre sus brazos. Penélope Cruz se alza con la Copa Volpi veneciana y nosotros no podemos estar más orgullosos de esta madre paralela cuya suegra, Pilar Bardem, tiene algo que ver con este nuevo logro de la de Alcobendas.

Nada hacía presagiar, aunque lo mereciera desde el primer minuto, que Penélope Cruz se pudiera llevar el gran premio (como actriz) de La Biennale a casa. Pero así fue. Ante un Palacio del Cine del Lido que miraba atento al director Bong Joon-ho cómo abría el sobre para anunciar quién sería la receptora de la Copa Volpi a Mejor Actriz, la platea se venía abajo al escuchar el nombre de la primera española en conseguir el galardón. Un público en el que se encontraba, también, Javier Bardem que no solo vio cómo Cruz dedicaba el premio a su madre Encarna sino también a su suegra, su madre.

«A mi madre, Encarna, la mejor maestra y amiga, te quiero mamá. Y a mi suegra, Pilar Bardem, que nos dejó hace dos meses. Hizo muchísimo por los actores de nuestro país y su amor y pasión por esta profesión maravillosa era enorme”, decía una emocionada Cruz.

Así mismo, la actriz pudo compartir con la audiencia un mensaje que la Bardem le dio antes de fallecer, el pasado 17 de julio, que no fue otra cosa que un anticipo de lo que ocurriría, una visión que la matriarca de los Bardem susurró a Cruz justo antes de morir.

«Al final de nuestra última conversación me dijo «te quiero», iban a ser sus últimas palabras hacia mí. Pero luego escuché algo más, muy suave y silencioso y con una sonrisa en la cara me dijo dos palabras más: «Copa Volpi», añadía.

¿Coincidencia? No lo creemos. Más bien, el destino caprichoso, el talento más que probado y una manita de mamá Bardem, desde arriba, que siempre ayuda. ¡Qué bonito momento!

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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