No podíamos imaginar dos películas que tuvieran menos que ver que El Graduado (1967) y Tiburón (1975), dos grandes éxitos del séptimo arte que dirigidos a dos tipos de público parecían encontrar sus puntos de unión para el diseñador creativo de Calvin Klein 205W39NYC, Raf Simons, que no ha dudado en hacer un mix con estos clásicos de los 60 y de los 70 respectivamente.
De una superproducción por todos conocida a un clásico drama de esos con final feliz que parecen haberse convertido en clara inspiración por años para un Simons en verdadero estado de gracia. «Los desastres suceden pero vuelven a ser belleza y la belleza nos rodea y muchas veces puede convertirse en desastre», explicaba el diseñador.
Y allí (en el 205 West de la 39th Street), entre caras tan conocidas como las de Jeff Goldblum y Jake Gyllenhaal, el creativo de Calvin Klein 205W39NYC no dudo en presentar a su particular equipo de buceadores con sus trajes de neopreno a medio poner combinados con finos jerseys rallados con abertura en el hombro, alguna que otra superposición de camisetas básicas (sin olvidarse de plasmar la serigrafía propia de Tiburón en algún lado junto al CK) en clara y perfecta yuxtaposición con un ir y venir de hombres trajeados muy a la moda de los 70, en la que los universitarios aún vestían (a menudo) de traje y que en esta ocasión cubría neoprenos en vez de camisas. Blazers y americanas (oversized) listas para pegarse una buena fiesta también pudimos ver.
Una colección loca a primera vista pero fácilmente entendible según los preceptos de la nueva moda en la que casi todo vale y donde las referencias personales de cada uno hacen que lleguemos a la conclusión que la ropa no es otra cosa que la expresión más sofisticada de nuestros gustos, recorrido cultural y/o social. Al final, todos los allí presentes no se quedaron sin su particular pieza de merchandising Raf Simons.