Si nos hubieran preguntado con anterioridad, podríamos haber dicho que los bigotes más famosos de la historia son los de Tom Selleck y el recientemente fallecido Burt Reynolds pero es que aún no conocíamos la historia del mostacho de Henry Cavill que ha sido valorado en 25 millones de dólares… pelillos a la mar.
Que un actor a lo largo de su carrera tenga que hacer coincidir en el tiempo algún que otro rodaje es algo a lo que muchos están acostumbrados. Las grandes estrellas no solo pueden llegar a hacer una sola película al año sino que hay momentos en los que sus servicios son requeridos por varios directores y tienen que desdoblarse. Es en esas ocasiones en los que se tiene muy en cuenta el físico del actor en cuestión. Físicos que deben adaptarse al papel para el que estén llamados y de no ser así… es el momento en el que la magia del cine tiene que hacer de las suyas.
El actor británico ya estaba rodando Misión Imposible: Repercusión cuando la franquicia DCEU (Superman, Batman, Aquaman…) le llamó para rodar algunas escenas adicionales de La Liga de la Justicia pero el problema es que tenía que afeitarse el bigote (se haría raro un Superman con vello facial…). El segundo problema era que, por contrato, Cavill no podía afeitarse para seguir luciendo ese bigote setentero y no fastidiar el conocido raccord o continuidad entre escenas. Warner y Paramount intentaron llegar a un acuerdo pero cuando parecía entreverse la luz al final del túnel y los pelillos de Cavill fuera de su cara, Paramount se negó a parar el rodaje de Misión Imposible para que le volviera crecer. No por un bigote.
Warner decidió eliminarlo digitalmente trabajando con el famoso CGI. Después de una semana para crear su cara bien afeitada (elementos tridimensionales), otras tres para rastrear, darle vida y producir ese nuevo rostro y dos semanas más para unirlo todo, el estudio consiguió lo que para muchos ha sido un capricho de lo más caro. Mientras que coger una maquinilla y algo de espuma hubiera costado 3 minutos y un par de euros, se tuvieron que desembolsar casi 25 millones de dólares, no solo por tener que rodar esas escenas (unos 10 millones de dólares) sino por conseguir a un Cavill imberbe y sin rastro de la saga de Tom Cruise sobre su cara. ¿Ahora quién puede hablar de Reyolds y de Selleck?
P.D. La Liga de la Justicia… todo un fiasco.