El tiempo avanza más rápido de lo que pensamos. Las temporadas se suceden con la misma agilidad que un día termina y comienza otro y cuando menos lo esperemos estamos terminando el año y brindando con las uvas en la mano. Por eso no es nada raro que aún estando ya en los inicios de la primavera (y sin haber, ni siquiera, el verano asomado sus cálidos rayos) ya estemos pensando en el otoño/invierno que viene y en la ropa que vestiremos. Y si hay algo que tenemos claro es que la propuesta de Boss, por el momento, es nuestra favorita.

La firma alemana, creada en 1924 en un pueblo al sur de Stuttgart, vuelve al reinterpretar la esencia minimalista que le ha caracterizado desde sus orígenes con una vuelta de tuerca más al armario de básicos masculino. Una nueva colección que vuelve a reunir aquellas prendas que todos necesitaremos a la caída del verano y que compondrán un ejercicio absoluto de sofisticación, sencillez, precisa sastrería y siluetas características del propio sport.

Propuestas que junto a reconocidos modelos como el español Oscar Kindelan y el eslovaco David Trulík plantean los anoraks y abrigos a la rodilla como la tendencia más repetida, los acolchados como la prenda donde la paleta de color olvida los tonos oscuros para abrazar tonos más llenos de color como el mostaza o el azul Klein y los jerseys de cuello cisne o tortuga se yuxtaponen a cazadoras y simples americanas cruzadas (o sin cruzar), en tono negro o marrón, que caen solas de lo livianas que resultan.

Looks que resuelven con matrícula el interés de Boss por revisitar la idiosincrasia propia del mundo deportivo, más específicamente del baseball, y el cosmopolitismo a través de abrigos en lana o piel de camello que se ajustan como segunda piel al cuerpo del hombre pero que juegan, a su vez, con ese punto oversize que da movilidad y elegancia o estampados tartán que nunca pasan de moda. Imposible resistirse.  

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.