Nos tendríamos que retrotraer hasta 1857, en plena Revolución Industrial, para descubrir el origen del Día Internacional de la Mujer. En un tiempo en la que la precariedad laboral era absoluta, un grupo de trabajadoras de la industria textil salían a desfilar un 8 de marzo por las calles de Nueva York para protestar por esas condiciones de trabajo tan indigentes. Un acontecimiento emancipatorio que comenzaba a sacudirse el poder opresor del hombre, el de una sociedad que giraba en torno a lo masculino como la legítima opción y que el mismo 8 de marzo (pero en 1975) permitía a la ONU declarar la fecha como Día Internacional de la Mujer y dos años después, como Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional.
Desde entonces, no ha habido año por estas fechas sin que las calles del mundo entero se hayan llenado de combativas mujeres que, recogiendo el testigo de sus antepasadas , celebraban, homenajeaban y combatían por preservar su identidad como mujer libre, independiente e igual al hombre. Y Barbie no podía dejar de estar invitada a esta celebración.
De hecho, la firma californiana Mattel ha presentado una colección de 17 (extensible hasta 31) nuevas muñecas imbuida por aquellas mujeres inspiradoras que merecían, en un día como este, de su particular homenaje. Y es que según confirma la compañía juguetera, «el 86% de las madres encuestadas están preocupados por el los roles asignados a los modelos a los que se exponen sus hijas». Algo a lo que se enfrenta Mattel que, con esta nueva línea (Shero), pretende redirigir la hoja de ruta infantil para guiar el futuro de nuestras más pequeñas que para llegar a ser antes tienen que ver.
¿Y qué mujeres? Pues desde la aviadora Amelia Earhart, la matemática de la NASA Katherine Johnson, la snowboarder olímpica Chloe Kim, la periodista polaca Martyna Wojciechowska a la directora de Wonder Woman Patty Jenkins, la artista Frida Kahlo, la futbolista Sara Gama, la actriz china Xiaolong Guan y para terminar, y como plato fuerte para el público español, la diseñadora y empresaria Vicky Martín Berrocal como imagen/mejor ejemplo patrio de esa mujer que es capaz de inspirar.
Una excusa más que perfecta para coger su vestuario y accesorios y darle la visibilidad en formato/escala muñeca que siguen necesitando. Esa obligación (forzada por nosotros, los hombres) de tener que seguir demostrando que pueden llegar a ser iguales (o incluso mejores) y que es, sin duda, una contienda de todos. Luchemos junto a ellas y no vivamos un simple día más de huelga. Ken no lo haría.
