Son muchas las publicaciones que hasta hoy nos han tratado de convencer de que un buen chute de antioxidantes es lo que el organismo más necesita para frenar su envejecimiento y prevenir enfermedades. ¿Esto es real? Los antioxidantes son aquellas sustancias que se encargan de frenar el proceso de oxidación prematura de las células expuestas a la acción de los radicales libres (moléculas que sedientas de electrones recorren nuestro organismo en su búsqueda para lograr estabilizarse electroquímicamente, lo que provoca reacciones destructoras en las células que componen nuestro cuerpo). Una buena dosis, por tanto, de estas sustancias consigue que neutralicemos estos radicales y que retrasemos el desgaste de tejidos y órganos. Pero, ¿dónde las encontramos? En el ajo, los frutos rojos, las semillas de la uva, la zanahoria, el tomate, la naranja, el alga espirulina, los cereales, el cacao, los cítricos, el acai o los frutos secos, por citar algunos. Ya no tienes excusa para prevenir antes que curar y seguir haciendo de tu cuerpo, el espejo del alma.