Qué duda cabe de que la cocina gallega nos ha regalado sobremesas de altura. España es rica en todo tipo de materias primas pero al César lo que es del César… Galicia nos seduce por sus pescados y poderosas carnes y con el mimo en que se tratan a la hora de ser presentados frente al comensal. Platos que deslumbran por sí solos, paladares de lo más exquisito y sibarita que encuentran su hogar.

Nada más y nada menos que 5 años le han bastado a Alabaster para dominar un nicho en el que la sofisticación y la gastronomía de la tierra de Emilia Pardo Bazán eran difícil de saborear. El capricho del grupo gallego Amicalia se hacía realidad, a un tiro de piedra del Retiro y con una propuesta arriesgada que prometía lo que ofrecía. 5 años que han hecho de este punto de encuentro de los foodies más amantes de los olores, texturas y sabores más auténticos, punto clave en la capital, una apuesta segura.

Un restaurante de local completo y amplio, donde la luz es una invitada más a compartir las suculentas opciones sobre la mesa y donde tanto el continente como el contenido cumplen con creces lo que se espera de ellos.

Una cocina capitaneada por el chef Antonio Hernando al que no se le caen los anillos a la hora de experimentar y ejecutar platos brillantes que alegran al cliente y que le dejan al borde del abismo más placentero a golpe de puntos fuertes de una clásica en la que ya reconocemos a algún que otro clásico.

Carta completa en la que echamos de menos pocos detalles y que abriendo boca con sus croquetas de mejillón tigre, sus sardinas ahumadas en tosta con queso de Arzúa, tomate y cebolleta, las zamburiñas asadas con sofrito de tomatillo de árbol y migas de ajada, las almejas en salsa verde de alga codium, sus huevos con carabineros y patatas o las navajas en escabeche de algas, jalapeños y cebolla morada encurtida, nos preparan a lo bueno y rico que está por llegar.

Platos como su arroz meloso de ortigas con bacalao, alioli de ajo asado y lámina de pan frito, sargo asado con fideos rustidos y emulsión de codium, salmonete asado con pasta cremosa de remolacha y salicornia, rabo de vaca al vino tinto con puré de manzana asada y ensalada de anisados o molleja de ternera asada con crema de apio-nabo y setas encurtidas que nos permiten volver a creer que el dios más gastronómico existe y otros como las manitas de cordero en terrina rellenas de setas y espárragos verdes, pichón asado con cebollitas glaseadas y chips de remolacha, San Pedro con crema de piparras y piparras en tempura o merluza de pincho con pil-pil de lima limón y espinacas guisadas que vienen a confirmar lo anterior.

Opciones de lo más suculento, de lo más foodie que recorren una sala bien atendida por Fran Ramírez y Óscar Marcos que saben cómo ganarse al comensal, atendiendo hasta el más mínimo de sus deseos… mucho antes, incluso, de que este lo sepa.

Elegancia y demasiado saber estar en esta pequeña gran sede de Galicia en Madrid, experiencia más que recomendada y donde una impresionante tarta de merengue tostado con bizcocho de almendras y crema de limón saben ganarnos… hasta la próxima.

 

c/Montalbán, 9

T. 915 12 11 31

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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