Lo que hace años era casi una simple anécdota, ahora es toda una tendencia convertida en trending topic y que muchos llevan como un estilo de vida más. En cuestión de temporadas, la moda unisex ha pasado de ser algo residual a la primera opción de muchos compradores que hartos están de sentirse clasificados. Una generación de nuevos compradores que ven cómo las fronteras entre lo femenino y lo masculino se desdibujan porque la ropa fluye sin ninguna hechura que les haga sentir incómodos.
El 70% de una encuesta realizada a 2000 hombres y mujeres de la Gen-z y la Millennial asegura que a la hora de compra se guían más por lo bien que les siente el look, más allá de que pueda ser visto como femenino o masculino. Estilos de lo más informales que, según ellos, seguirán estando de moda aunque las tendencias viren y que llegan a ellos gracias a iconos de la moda, artistas musicales o, algún que otro, enteradillo influencer.
De hecho, 7 de cada 10 adultos de entre 20/40 años creen que, según han pasado los años, su estilo se ha ido depurando hasta llegar a un equilibrio sin género, gracias al cual han experimentado una mayor libertad a la hora de elegir prendas y accesorios, entre las que se encuentran una muy variada selección de joyas que, según los encuestados, son el gran éxito de esta moda genderless que no pregunta si eres chica o chico.
Una moda que cambia, que evoluciona, que transgrede sin miedo al qué dirán y con claros ejemplos populares como Jared Leto o Harry Styles y, en España, Manu Ríos. Tres buenos ejemplos de que un hombre sigue siendo hombre vistiendo en femenino fluido, masculino singular o lo que le dé la gana ponerse porque siempre se va a sentir guapo.