¿Sabes que el dolor de espalda es la primera causa de baja laboral en el mundo? Tan común como un catarro, el 80 % de las personas lo va a sufrir alguna vez en la vida. Sí, la estadística apunta a que tú también, sobre todo si has cumplido los 35 y no eres Superman o cualquier héroe de Marvel.
Buscando a un culpable para poder juzgarle, lo cierto es que no podemos más que mirarnos el ombligo. El estilo de vida occidental hace que pasemos el día trabajando, no hagamos ejercicio suficiente y vivamos en permanente estrés, cansancio y ansiedad. Si tú también eres de los que vive en la oficina, toma nota de nuestros consejos para que la columna vertebral no se resienta más de la cuenta.
Nada de ascensor
Mejor por las escaleras. Es necesario ejercitar el movimiento para prevenir obesidad y sobre peso (esto ya lo sabíamos), pero también las lumbalgias. Si tu oficina está en un piso 50 de las Cuatro Torres necesitarás un entrenamiento previo, un chequeo médico y levantarte media hora antes, pero quién algo quiere…
Andrés Velencoso (@andresvelencoso) no coge ascensor y corre por la playa.
Bien sentado
Pies en el suelo, espalda recostada en la silla en posición recta, codos apoyados en el reposabrazos de la silla, hombros relajados, y cabeza y cuello rectos.
Pide una silla adecuada
Ya que no parece que vayan a concederte ese aumento que pediste hace meses, por lo menos pide una silla digna y que no te den lumbalgias. La silla de oficina ideal es la que recoge la zona lumbar, permite apoyar la espalda en linea recta, y tiene la posibilidad de subir y bajar la altura, para que los pies puedan apoyar en el suelo y las muñecas y antebrazos queden recostados en la mesa.
La espalda de Juan Bettancourt (@juanbetancourtt) está muy sana por lo que observamos.
Ordenador colocado
El monitor tiene que estar a la altura de los ojos, un poquito tirando hacia arriba. La mesa, mejor si tiene un borde romo, para que no moleste a la postura de los brazos.
Cada cosa en su sitio
El teléfono, el teclado, los bolis, la libreta… Coloca en un radio de 75 cm los objetos que utilizas todo el tiempo, pero intenta que estén un poco más alejados otros como la impresora, archivadores… esto te obligará a cambiar de postura.
En una oficina ideal habría jacuzzis y piscinas naturales como la de Adam Gallagher (@iamgalla)
Levántate cada veinte minutos
No hace falta que te vayas a tomar un café cada vez porque seguramente acumularías tanta cafeína en el cuerpo que te daría una subida de tensión y entonces tendríamos que escribir un artículo diferente. Ve a la impresora, a coger folios, al baño, charla un poquito con ese fichaje tan “interesante” de administración… Si es posible (que seguramente esto ya sea rizar el rizo y no queremos que te juegues el despido), permanece en movimiento otros ocho minutos. Mueve un poco el cuello y los brazos, para que no queden anquilosados (una palabra muy bonita que siempre he querido poner en un artículo).
En las reuniones
No te sientes. Te van a mirar raro, no te digo que no pero aprovechar ese ratito para estar de pie después de toda la mañana sentado ayudará a evitar la lumbalgia. El experto Ata Pouramini, quiropráctico y autor de “Escuela de la espalda”, propone que haya salas de reuniones sin sillas y con mesas altas para que los asistentes se queden de pie. “Por supuesto, proyectores a la altura de los ojos. Nada de agacharse ni subir la cabeza, mediante malas posturas cervicales, para atender”. Si no te atreves a pedir estas mejoras, imprime este artículo varias veces y pégalo por los tablones de la oficina. A nosotros no nos importa y lo mismo cuela.