El buen descanso es tan importante como el comer, el salir de fiesta con los amigos, el preparar nuestros días de vacaciones o el estar al día de la drag race de RuPaul pero no siempre podemos. Más de 4 millones de adultos sufren de insomnio en España, lo que viene a afectar de un 20 a un 48% de la población por encima de los 18 años. Un problema que no siempre podemos solucionar pero que, en muchos casos, se puede intentar disminuir con herramientas de nuestro día a día que nos ayudan a paliar nuestra dificultad para el descanso. Haberlas, hay muchas pero nos centraremos en una serie de alimentos que pueden poner su granito de arena en esta lucha diaria. ¡No será por remedios gastronómicos!
Batata.
Salmón. Los expertos aún no han llegado a la conclusión definitiva de por qué el salmón ayuda a que pasemos una buena noche pero, según parece, el ser rico en Omega 3 tiene la llave para conseguir nuestro objetivo.
Arroz blanco. Aquellos que aún crean que por la noche no es recomendable tomar arroz están muy equivocados. Según un estudio realizado por el American Journal of Clinical Nutrition, tomar un bowl de arroz blanco un rato antes de irse a dormir favorecerá al cerebro en la creación de serotonina, tan necesaria para apagar las luces y olvidarte de dar vueltas.
Nueces. Mucho habrás oído hablar sobre la melatonina (la hormona que te hace sentir feliz). Pues bien, comer un puñado de nueces antes de ir a dormir no solo te hará sentir mejor sino que además te sumirá en una sedación que preparará el cuerpo para un buen sueño. ¿No tienes nueces cerca? ¡Cómete un plátano! (y no, no estamos hablando de lo que ahora mismo estás pensando).
Huevos. La vitamina D es tan importante para que el cuerpo llegue a un estado de calma que no encontramos mejor alimentos que unos ricos huevos (duros, no fritos) para llegar a las tan necesarias 8 horas de descanso.
Anacardos. Necesitamos nuestra dosis diaria de magnesio de la misma manera que una ducha, mirar el móvil cada media hora y tomarnos unos dobles al terminar la jornada laboral, por lo que un par de puñados de anacardos cada cierto tiempo no estarán de más si lo que pretendes es evitar los desórdenes del sueño habituales.
Leche. Nuestras abuelas ya nos preparaban buenos vasos de leche templada previo a nuestro salto a la cama y es que sin saber, lo más seguro, que la leche no solo contiene calcio sino aminoácidos triptófanos vital para regular el ciclo diario de sueño-vigilia, sus remedios caseros siempre daban en el blanco.