El sábado 1 de julio de 2017 me sumergí en una serie de extraordinarias circunstancias, para mayor gloria de esta revista, que marcarán para siempre mi trayectoria profesional, la mía y la de todos los que compartimos aquella experiencia. Un antes y un después en nuestras carreras con un único, inmanejable, mastodóntico y enloquecido protagonista: el desfile del Orgullo Gay que, para quien lo haya olvidado, este año había adquirido categoría mundial. Hubo cifras para todos los gustos; personalmente prefiero quedarme (siempre) con la más alta: 2,3 millones de personas en las calles de Madrid. En mayo se nos había ocurrido, así como quien no quiere la cosa, dar forma a una de nuestras producciones de moda durante el transcurso del desfile del Orgullo, una especie de viaje en el espacio y en el tiempo en el que nuestro modelo —increíble David Guillo— se vería desplazado de un plácido paseo por un bosque otoñal, impecablemente vestido para la estación, al marasmo y el desenfreno de la fiesta de las fiestas.
Un modelo, un fotógrafo, un ayudante de fotografía, un maquillador, dos estilistas, dos cámaras y dos periodistas frente a 2,3 millones de personas con muchísimas ganas de pasárselo maravillosamente bien y de reivindicar que el once por ciento de la población mundial no somos un error de la naturaleza. Stop #heterochungos. Y así bajamos al Paseo del Prado, Cibeles, Neptuno y Atocha con un maletón lleno de ropa —perfecto para que nos hubiesen detenido a todos por aquello de la alerta terrorista— y varios cachivaches de fotógrafo que pesaban un horror. En determinado momento nos perdimos todos de todos, los móviles no tenían cobertura y lo único que apetecía era llorar y maldecir el día en el que tuvimos la jorobada idea. Pero al final la llevamos a cabo. Lo hicimos realidad. Transformamos una especie de storyboard con garabatos infantiles en doce páginas llenas de moda y color. Cuando acabamos y conseguimos controlar nuestros niveles de adrenalina, en torno a unas pizzas y muchas cervezas, nos miramos y, sin hablar, nos dijimos: “Si pudimos con esto, podemos con todo”.
Bienvenidos a nuestro/vuestro número dos. Además de la moda en el Orgullo, tenemos otro montón de buenas ideas plasmadas en papel para que disfrutéis. Porque en DEAR hacemos cosas chulas para divertirnos, que es el único secreto para que tú, querido lector, te diviertas.
Magali, David, Bernardo, David, Sofía, José Luis,
Mariano, Luca, Federico, Pablo, Uriel e Ignacio: os quiero.